reedición del "Similia Similibus" de Santos Dumont y lanzamiento en Vivo, por Discos Tue-Tue

Santos Dumont

Poco faltaba para que su historia cumpliera una década cuando Santos Dumont editó Similia Similibus. Era diciembre de 1999. La llegada de los noventa vio como el guitarrista Mauricio Melo y el baterista Iván Molina, luego del fin de Emociones Clandestinas, se reunieron con el bajista Alberto Rojas, el tecladista Marcel Molina y adoptaron el nombre Los Santos. Todo sucedía en Concepción.

El nombre derivaba de El santo, la serie televisiva protagonizada por Roger Moore acorde a la música sesentera que inspiró la banda hasta el final. Dumont fue un apellido posterior, cuando ya habían publicado un primer cassette en forma independiente, Hipnotizándote (1991).

Esa primera grabación incluyó canciones en inglés, lo cual se hizo costumbre a partir de Santoscity (1992), otro cassette editado con su propio sello, Jungle Records. Santos Dumont comenzó a apuntar hacia Santiago con el compilado Octopus!!, Rock en Concepción (1994). Cuatro nuevas composiciones junto a Michael Cáceres en la guitarra compartieron el disco con canciones de Machuca, Orión, Explanada y Matapasiones.

Promocionando Octopus en la capital, Melo se reencontró con Carlos Fonseca, ex mánager de Los Prisioneros y Emociones Clandestinas, quien lideraba entonces el proyecto “Nuevo rock chileno” de EMI. Fue así como la multinacional editó Un día en el ático (y lo que encontramos ahí) (1995), que recogió nuevos registros para canciones del compilado penquista, su última cinta y algunas inéditas.

El primer disco compacto de Santos Dumont tuvo mayor repercusión, con “Aprende a nadar” y “Esclavo de tus deseos” como singles. La banda se trasladó a Santiago sin Michael Cáceres, sustituido por Julián Peña apenas publicado el álbum, y comenzó a preparar su sucesor. En paralelo, se presentaba en la capital y provincias, en más de una ocasión teloneando a Los Tres.

Aunque la iniciativa de EMI no prosperó y los Santos Dumont salieron del sello, el mismo Fonseca quiso editar el nuevo disco con su propia etiqueta, Fusión. La grabación acabó en febrero de 1998, pero la publicación se postergó por problemas económicos y personales que incluso provocaron un receso de la banda.

Marcel Molina ya la había dejado cuando “Ayer”, el primer single, comenzó a sonar en radios e impulsó a Warner a lanzar el disco en diciembre de 1999. Los Santos Dumont retomaron las presentaciones en vivo y otra vez prepararon en breve otro álbum, con Raúl Morales en teclados y Rodrigo Otero en segunda guitarra. El esbozo quedó registrado en 2001 en las “Raras tocatas nuevas” de radio Rock&Pop, pero nunca se editó de manera oficial.

Las últimas publicaciones fueron “A ver hasta dónde llegamos”, para el documental Estadio Nacional; “La jardinera”, para el tributo a Violeta Parra Después de vivir un siglo (2001); y Pasan sin mirar, original de Los Bric a Brac y registrada con Antonio Zabaleta y Paz Undurraga para el compilado Generaciones: dos épocas en dueto (2003).

La partida de Melo a México precipitó el final en septiembre de 2002, cuando Otero ya había sido expulsado y la motivación escaseaba. Un último concierto en la sala SCD de Bellavista puso fin a los Santos Dumont, que en el futuro derivaron en bandas como Matorral, Casanova y Amigo Imaginario.

El 20 de febrero de 2008 Julián Peña, Mauricio Melo, Alberto Rojas e Iván Molina tocaron dos canciones en La Batuta junto a Raúl Morales. El regreso se tradujo en algunas presentaciones en Santiago y Concepción y se explica por la reedición de Similia Similibus, a principios de noviembre.

El disco Similia Similibus ya está a la venta bajo etiqueta Discos Tue-Tue, apoyado y distribuído a todo el país en grata alianza con el sello Oveja Negra de SCD. El single "Lee en el Espejo", que incluye un remix de Bitman, ya se puede escuchar en las radios del país. Y el videoclip del tema, dirigido por la prestigiosa documentalista Carmen Luz Parot, empieza a rotar en los canales especializados.

Una reedición financiada por el Fondo de Fomento a la Música Nacional.

-Lanzamiento en vivo, en Concepción, Similia Similibus por Santos Dumont:
MARTES 18 DE NOVIEMBRE, 20:30 hrs.
Sala 2, Teatro Concepción, Concepción.
$ 3.000.- preventa (en boleterías; y SONO, Colo Colo166),
$ 4.000.- el día del evento.
banda invitada "ZàRATE!".

Venta de "Similia Similibus" a precio especial de lanzamiento, y reediciónes remastarizadas en CD de sus dos primeros cassettes "Hipnotizandote" y "Santos City".

- Lanzamiento en vivo, en Santiago, Similia Similibus, por Santos Dumont:
JUEVES 20 DE NOVIEMBRE, 21:30 hrs.
Sala 1, Centro Arte Alameda, Santiago.
$ 3.000.- preventa (en boleterías),
$ 4.000.- el día del evento.
banda invitada "Casino".

Venta de "Similia Similibus" a precio especial de lanzamiento, y reediciónes remastarizadas en CD de sus dos primeros cassettes "Hipnotizandote" y "Santos City".


Contactos:
Catalina García-Reyes: 98955001 catagarciareyes@gmail.com
Marcelo Mardones, en Oveja Negra: 7377230 mmardones@scd.cl
http://www.discostuetue.com/ , discostuetue@gmail.com

Breve historia del Similia Similibus:

Ni el más imaginativo de los Santos Dumont podía aventurar la cantidad de obstáculos que tendrían que superar para editar el sucesor de Un día en el ático (y lo que encontramos ahí) (1995). La llegada de Julián Peña renovó las energías del grupo entonces y tenían nuevas canciones para grabar, pero llegaron las dificultades.

La despedida de EMI, falta de dinero, adicciones y rencillas fueron algunas de las vallas que Similia Similibus debió sortear para ser publicado de manera oficial, a fines de 1999. Dos años habían pasado desde que se inició su grabación.

En ese lapso de tiempo, la banda caminó por distintas veredas. Invitó amigos y músicos clásicos a grabar canciones sicodélicas; demoró meses en registrar un disco programado para pocas semanas; se quedó sin sello que financiara su edición; llenó locales en Santiago, su natal Concepción y otras ciudades; se separó y regresó a los escenarios al poco tiempo; publicó una partida artesanal; y puso “Ayer” en la radio, un éxito que quedaría como caso excepcional en su carrera.

Esa canción movió a la suerte y los contactos adecuados para que Similia Similibus viera la luz. Oponiendo persistencia a los egos y problemas, increíbles algunos como aquel que tuvo en suspenso el concierto de lanzamiento, los Santos Dumont lograron publicar un disco donde pusieron toda su ambición creativa.

“Éramos muy amigos -dicen- Podíamos discutir, mandarnos a la mierda, casi agarrarnos a combos, y después ensayar de la mejor manera. Nos liberaba Era raro, pero era sano”. Los Santos Dumont dejaron varios pedazos de su vida en este disco. Hicieron más temas, pero no volvieron a grabar. Nueve años demoraron en reparar una deuda que tenía desaparecido a Similia Similibus. Y esta vez, viene con todos los detalles.

La interesante, apasionada, y extendida historia del Similía Similibus se encuentra completa y detallada en el librillo que acompaña la edición, álbum que incluye además cuatro bonus tracks con temas inéditos y demos, todo remasterizado con la experticia de Joaquín García.

Similia Similibus, un comentario:

Es un guitarrazo el que suena en el primer segundo de Similia Similibus, pero pronto no hay lugar para dudas. Corno, viola, chelo, flauta dulce, trompeta y banjo se sumaron a la base de guitarra, bajo, teclado y batería en el disco más ambicioso que alguna vez grabaran los Santos Dumont. Una infinidad de timbres es la que puebla este disco. Fue afortunado entonces que sea el mejor registro que lograron en su carrera, haciendo justicia al caudal de matices que esconde cada una de las canciones. Discos de los Beatles, Love y los Beach Boys, según propia confesión, fueron la referencia antes de arreglar cada tema.

Sin embargo, cada detalle tiene sentido solo en relación a las canciones que nacieron en esa sala de ensayos de calle Domeyko. Al fin con un cantante capacitado como Julián Peña, los Santos Dumont pudieron cristalizar todo lo que ya habían insinuado en sus trabajos anteriores. Ahí están las baterías siempre inquietas de Iván Molina, las narcóticas melodías de Alberto Rojas y el imaginativo teclado de Marcel Molina. Apuntalando las canciones de un Mauricio Melo que encontró en el cantante al compañero ideal para redondear sus ideas.

Atemporal es una palabra que se repite al momento de describir Similia Similibus. Y claro, hay demasiados ecos resonando en esta música. ¿Dónde están las raíces de estas canciones? A medio camino entre Concepción y Santiago, en plena década de los noventa admirando a los antiguos grupos ingleses y viendo por el rabillo del ojo a los estadounidenses. “Es un disco para toda la vida”, prefieren decir los Santos Dumont.

Reseñas por Rodrigo Alarcón López, quién inspiró esta iniciativa, e investigó y escribió el librillo de la edición.

Información Otorgada por:

Iván Molina G.rr.pp.

Discos Tue-Tue